Ayer

Estoy sentado junto al fuego y el fuego se ha apoderado de mi...
No se me va de la cabeza todo lo que ha pasado en veinticuatro horas. Ha habido momentos en los que he pensado que la cabeza me iba a estallar.
Ayer hablé mucho, como nunca.
Te conté mis cosas, esas que yo únicamente sé y que al fin comparto con alguien que me preguntó.. porque quería conocerme, saber de mi...
La soledad de la montaña y su silencio me tranquilizaban y el whisky hizo su trabajo para que yo soltase mi lengua.
Ayer, también me reí y me sorprendí pues hacia mucho, mucho tiempo que no reía, que no tenía motivos para hacerlo.
Fuiste tú, Jack, quien logró que lo hiciera. Sí, puto Jack Twist ,tú lo conseguiste.
Me hablaste de ti, de tus cosas y yo me alegré de que me las contaras.
Ayer te escuché cantar mientras tomábamos unos tragos. Ayer nos emborrachamos de compañía, de sol, de whisky...
Cantaste una canción dirigida al cielo; y hablamos del Pentecostés y me dijiste que era el lugar donde van los pecadores como tú y como yo...