La hoguera se apaga

Ardieron hogueras sin noche,
buscamos caminos de montaña,
llegamos al claro de la luna,
soñando camisas, ovejas
y ríos de aguas claras.
No olvidamos el llanto,
la soledad amarga;
vivimos la vida a tragos
y ahora la hoguera se apaga.
Queda el corazón entero
que ha sufrido y amado
con lágrimas. Queda sin cantos
la sombra oscura de mi montaña.
Sin mirar atrás desciendo
un camino de amores,
un camino de trampas.
Más no puedo olvidar
que te quise como a nadie
hermosa y triste montaña.
Solo me queda el beso,
los caballos, la nana,
solo me quedas tú,
y tras de ti, nada...