25 abril 2006

Poesía


Bajo la luna llena, que es una oblea de cobre,
vagamos taciturnos en un éxtasis vago,
como sombras delgadas que se deslizan sobre
las arenas de bronce de la orilla del lago.

Silencio en nuestros labios una rosa ha florido
¡Oh, si a mi amante vencen tentaciones de hablar!,
la corola, deshecha, como un pájaro herido,
caerá, rompiendo el suave misterio sublunar.

¡Oh dioses, que no hable! ¡Con la venda más fuerte
que tengáis en las manos, su acento sofocad!
¡Y si es preciso, el manto de piedra de la muerte
para formar la venda de su boca, rasgad!

Yo no quiero que hable. Yo no quiero que hable.
Sobre el silencio éste, ¡qué ofensa la palabra!
¡Oh lengua de ceniza! ¡Oh lengua miserable!,
no intentes que ahora el sello de mis labios de abra!

¡Bajo la luna-cobre, taciturnos amantes
con los ojos gimamos, con los ojos hablemos.
Serán nuestras pupilas dos lenguas de diamantes
movidas por la magia de diálogos supremos.

2 Comments:

Blogger un-angel said...

Una pequeña visita a tu fuente para saciar la sed que me produce el camino un poco árido a veces por este mundo sacia mi sed de cosas hermosas... gracias amiga mía, he cogido fuerzas para retomar la marcha...

abril 26, 2006 9:26 p. m.  
Blogger Mar del Norte said...

Gracias por acercarte a la más pequeñita de las fuentes, a la que creyó que nadie se acercaría pero se equivocó. Esta pequeña fuente necesita beber de otras que le den vida, que le den alimento, no para crecer sino para seguir viviendo en el espíritu de BBM que tantos compartimos. Siempre, gracias a ti por ser eso... Un Angel

abril 27, 2006 3:43 p. m.  

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