
Te quise tanto, tanto, que la gente
me señalaba igual que a un apestado;
¡pero qué feliz era sobre el puente
de tu amor, oh, mi río desbordado!
La saliva en mi boca se hizo nieve,
y me morí como un jacinto breve
apoyado en la rosa de tu hombro.
Rafael de León
5 Comments:
¿estás segura de que esto no lo escribieron para Ennis y Jack?
que cosas!!!!
"y me morí como un jacinto breve
apoyado en la rosa de tu hombro"
No sé mi amiga quien te susurra estos poemas tan precisos y preciosos para esta historia; nuestra historia.
Me imagino a Ennis dormido en el rosa del hombro de Jack. Respirando suavemente; para no despertar esos dos lagos dormidos.
No se porque esto me suena tanto, como si lo hubiera vivido yo o si lo hubiera visto der cerca, no se..
De todas formas precioso, como siempre....
Ya estoy por aquí de nuevo, amiga
Hermes
Nuestra Mar centinela, ellos y la poesía. Belleza segura.
Besos.
Dibujando en tu pecho jardines de ilusión y de promesas que germinarán en un amor eterno.
Publicar un comentario
<< Home